¿LA PREPARACIÓN FÍSICA NO EXISTE?
ESTA ENTREVISTA DEL 2007 ENTRE ÁNGEL CAPPA Y EL PF PACO SEIRULO PUBLICADA EN EL DIARIO MARCA FUE EL PUNTO DE PARTIDA AL DEBATE.
ALGUNOS SÓLO SE QUEDARON CON EL TÍTULO, SENSACIONALISTA, QUE DICE QUE “LA PREPARACIÓN FÍSICA NO EXISTE” PERO HAY MUCHO CONTENIDO A ANALIZAR
VEAMOS…
Seirulo:
Coincido. Antes, por error, se pensaba que primero había que fabricar un atleta
y luego que jugase a lo que sea. Si se quería entrenar la resistencia, se
entrenaba por igual en el monte, en el mar… donde fuese. Y luego adaptaban esa
resistencia a su deporte. Y no es así. Así pierdes tiempo y energía, pues cada deporte requiere su tratamiento
específico.
C: La
velocidad, por ejemplo. En fútbol es diferente, tiene que ver con la precisión,
con ver antes la jugada.
S: He
entrenado en otros deportes y el fútbol
es el que más prima las habilidades del jugador: su inteligencia, toma de
decisiones, sensibilidad, comprensión del espacio y del tiempo… ¿Por qué? En
fútbol, lo mismo que tú utilizas para movilizarte lo usas para jugar, y
tienes que estar concentrado en ti mismo y en el equipo. Por eso, los talentos
de este deporte son, personalmente, tipos muy especiales.
C: Eso me
hace recordar una anécdota que viví con Maradona. Estábamos viendo un partido
de basket de Michael Jordan y le dije: ‘Diego, qué gran jugador es, ¿verdad?’.
Y me dijo; ‘Sí, es un grande, yo lo admiro, pero no te olvides de que juega con
la mano, ¿eh?’.
S: Claro,
ésa es la dificultad del fútbol: los pies, y eso acarrea muchas obligaciones
motrices, que, a su vez, complican la percepción y las relaciones
interpersonales del atleta. A mí los jugadores muchas veces me dicen: ‘Oye,
Paco, ¿por qué no entrenamos la velocidad?’. Y les contesto que eso lo
entrenamos todos los días, porque el fútbol es eso: velocidad, aceleración… no
correr sin más, sino adaptarte a correr respecto al balón y al rival. Tocar el
balón con la velocidad adecuada y hacia donde tú deseas.
C: La fuerza
también es distinta. Para mí la fuerza en el fútbol es astucia.
S: Claro. Es
aplicar tu energía en el momento oportuno. Si no, la fuerza no sirve para nada.
Si eres muy fuerte y cada vez que chocas con uno te quitan el balón o haces
falta, estás perdido.
C: Hay gente
que piensa, por error, que los jugadores altos cabecean más y mejor. Y no es
cierto. Hay que saber saltar y saber cabecear.
S: De hecho,
los grandes cabeceadores de la historia nunca han sido muy altos. Han sido
tipos medianos pero muy astutos, adivinando la trayectoria del oponente, del
balón y la velocidad precisa.
C: Hay muchos mitos en la preparación
física de nuestro deporte. Uno es el calentamiento; otro, la pretemporada; y el
tercero, las pesas.
S: Son, para
mí, tres temas claves. La pretemporada es el más grave. Yo creo que es imposible que, entrenando un mes, se llene, como se
pretende, el tanque de un futbolista para toda la temporada. Imposible. Y
los preparadores tenemos que flagelarnos en esto pues le hemos dado demasiada
importancia a la pretemporada. Hacer entrenamientos dobles y triples durante
dos semanas no es bueno para los jugadores. Sólo consigues fatigarlos y que lo
estén pagando durante los cinco primeros partidos de Liga. Para mí lo correcto
es prepararse para el primer partido sólo. Exclusivamente. Y luego para el
segundo… y así. No se puede hacer una
pretemporada entrenando dos semanas seguidas en tres turnos sin tocar el balón.
Perjudica y no es útil.
C: Cuando
entrené en Sudáfrica, los jugadores venían de hacer cuatro sesiones al día. Eso
era una masacre. ¿Y del calentamiento, qué me dices? Hay una especie de
obsesión de estar 25 minutos calentando. Yo vi cómo calentaba Cruyff en su día
y sólo hacía pataditas con la pelota y alguna carrerita liviana. Maradona,
igual. Es verdad que hay jugadores nerviosos que quizás sí necesiten correr más
para quitarse esos nervios. Pero eso es todo.
S: He
discutido mucho sobre esto y he probado mucho. Para nosotros el hecho de calentar es sólo un acto socio
afectivo, esto es, sólo sirve para ponerte en contacto con tus compañeros y con
el ambiente. Ése es el principal objetivo del calentamiento. Porque hay
otro problema añadido. Los jugadores, si juegan a las diez de la noche, se levantan
ya a las seis para merendar. Y cuando se levantan, como a todos, les duele
algo. Por eso, se trata de moverse un poco, en general, y luego coges el balón,
te lo pasas unas veces y ya está. He visto mil veces cómo un jugador sale a
jugar sin calentar, por lesión de otro, y no le pasa nada. Juega sin problema
alguno.
C: Eso pasa
en el basket. Los jugadores salen de repente, sin calentar y no pasa nada.
S: O en el
tenis. No he visto a tenistas dar vueltas a la pista antes de jugar. Salen,
calientan dándole a la bola, un par de saques… y empieza el partido.
C: Otro
mito, por desconocimiento, es pensar que si el jugador corre más va a jugar
mejor al fútbol.
S: En
nuestro deporte sólo con las tres carreras que haces tras el saque de centro y
un par de movimientos… ya has calentado. Y a partir de ahí, ya puedes correr
todo lo que quieras. No puedo decir que es una barbaridad calentar, pero no es
necesario hacer esos calentamientos exagerados a los que el fútbol nos tiene
acostumbrados. Otra cosa sería, por ejemplo, una carrera de 400 metros. Ahí sí,
pues es un esfuerzo individual, específico y único en un tiempo corto. Pero en
el fútbol, ¡para nada!
C: Decía el
doctor Oliva que ‘sentirse cansado no es estar cansado’. El cansancio es, en
parte, psicológico. Influye mucho el estado de ánimo. Nunca se ve un equipo que
ganando 4-0 esté cansado.
S: Eso lo
ves en atletismo. El que llega primero, que debería estar más cansado, se pasa
luego el tiempo dando la vuelta a la pista, saludando… y los otros están en el
suelo hechos polvo. Y es por el factor anímico. Son las endorfinas. Tu propio
cuerpo genera autoestima. Por eso sólo un pequeño factor biológico justifica el
calentamiento. Pero, insisto, nada más.
C: Lo
curioso es que de preparación física no habla nadie, salvo cuando pierde el
equipo. Ahí sí se justifica todo.
S: Sí,
parece que de repente no corren. ¿Y por qué no corren? Pues quizás porque van
perdiendo y no al revés. Cuando un jugador da dos pases malos, la solución no
es correr, sino pararse para recuperarse.
C: Y la
presión. La tensión permanente d
e ganar también influye mucho en lo físico.
S: Eso se
nota, sobre todo, en la recuperación. El estrés genera más estrés. Los
jugadores, en una dinámica negativa, no recuperan bien y por eso están
cansados. En el Barça nuestros entrenamientos están basados en el cambio. Nunca
hacemos dos entrenamientos iguales, que tengan la misma intensidad o el mismo
objetivo. Al tercero igual, los jugadores pasan. No sirve de nada. Los hábitos
generan estabilidad inicial pero acaban por destruir. Los jugadores, para
adaptarse al nuevo entrenamiento, sacan la energía que tenían aparcada y el
equipo se beneficia de eso.
C: Además,
hay que entrenar con creatividad. No se debe prever todo, hablando desde el
punto de vista futbolístico. Depende también del día, de lo que surja en ese
instante. Muchas veces uno cambia lo que tenía previsto en la mañana.
S: Yo aplico
unos parámetros mínimos, pero luego observo y si veo que a partir de unas
series hechas, hacer más no sirve de nada, lo dejo. Los jugadores pierden
interés si hay mucha repetición. De los entrenadores que he tenido en el Barça
los que mejor han manejado este aspecto han sido los que mejor resultados han
tenido.
C: Cuando yo
hago ejercicios para los defensas, por ejemplo, no pienso en el tiempo que
deben estar haciéndolos. Eso depende de muchos factores.
S: Muchos
entrenadores se angustian con esto. Si a un ejercicio le faltan dos series, te
lo recuerdan angustiados. ¡Y no pasa nada! Los jugadores, muchas veces, quieren
saber exactamente lo que tienen que hacer para mentalizar a su cuerpo para ese
esfuerzo. Por eso yo les intento mantener siempre alerta. No quiero que sean
funcionarios del entrenamiento. Así se motivan, aunque, siendo sinceros, la
motivación en el fútbol viene por el gol… y nada más.
C: ¿Hablamos
de las pesas? Hay obsesión por ello. Muchos creen que si se está más musculado
se juega mejor y se lesionan menos. Y no es así.
S: Hay un
error: adjudicar siempre las lesiones a la preparación física. En el fútbol hay
dos cosas: accidentes y lesiones. Los accidentes, que tenemos muchos, son
inevitables y las lesiones, que tenemos menos, no. Utilizar las pesas de forma
genérica, en movimientos y en cargas que son muy ajenas al fútbol, es un error.
Las pesas preparan al músculo para otras actividades que no son las que va a
utilizar el jugador en el césped. Y eso le provoca sobrecargas. La musculación
hay que usarla para mejorar la fuerza enfocada al fútbol, no genéricamente.
Otra cosa es que de 16 a 19 años el futbolista necesita una formación muscular
para que deje de ser un ciudadano de la calle y se transforme en un deportista.
Pero si puede ser con balón, mejor. ¿Por qué? Porque el balón añade el elemento
coordinativo que luego utilizas en el campo. Si tú haces tres saltos de
piernas, como ejercicio, pero sin balón, no tiene sentido. Dónde saltas, cómo
apoyas… todo es diferente si metes un balón por medio. Por eso hay que hacerlo
con balón. No es lo mismo saltar que saltar para tener que dirigir un pase. Por
eso, la preparación física del fútbol hay que hacerla con balón siempre. El
concepto está equivocado. La cuestión no es coger fuerza en las piernas, sino
adaptar la musculación a lo que luego vas a hacer en el campo. Lo contrario
genera lesiones, pues el músculo no está preparado.
C: A eso hay
que añadirle que hoy en día los jugadores tienen demasiados partidos, demasiada
tensión. Si estás en un grande, siempre existe la obligación de ganar.
S: Y además
los jugadores van de la selección a los clubs y viceversa. Y nadie entrena
igual. Los jugadores varían de un tipo de entrenamiento a otro y eso les
afecta.
C: Yo,
cuando llego a un equipo nuevo a mitad de temporada, siempre pregunto qué
estaba haciendo el preparador físico anterior para no generar descompensación.
S: Muchas
veces la culpa la tenemos nosotros, los preparadores físicos, porque para ser
diferentes hemos inventado cosas que dañan a los jugadores.
C: Para
resumir, yo creo que hay una preparación enfocada al músculo y otra, la
correcta, enfocada al fútbol, al juego.