Bases generales que influyen en el entrenamiento de la técnica
En la Unidad 3 de la materia "Técnicas de Entrenamiento", el Prof. Carlos Borzi plantea a los alumnos "conocer las bases morfo funcionales, motoras y psicológicas que influyen en el aprendizaje de la técnica del futbolista"
1. Edades para la enseñanza de la técnica. Etapa sensible.
En diferentes edades se pueden aprender movimientos, pero la etapa con mejor predisposición natural para iniciar el aprendizaje de los elementos de la técnica del fútbol es la infancia (niñas 6 a 11 y niños 6 a 13 años) porque las características generales que tiene el niño en estas edades lo benefician.
Durante la juventud (14 a 20 años) también las puede aprender y perfeccionar pero con mayor dificultad, aunque en estas edades el individuo es beneficiado por el crecimiento natural de su fuerza muscular.
La adultez presenta aún menos posibilidades morfofuncionales en cerebro y cuerpo para aprender destrezas tanto intelectuales como motrices, aunque puede continuar un aprendizaje basado en un amplio y depurado bagaje de estímulos anteriores.
2. Características generales del humano para aprender movimientos
Características morfológicas: El Sistema Nervioso Central (SNC) se completa aproximadamente a los 6 años de edad. En esta edad también la relación talla-peso-fuerza es muy adecuada para ejecutar movimientos complicados como son las técnicas del fútbol.
Características fisiológicas: Desde los 6 años de edad el SNC y los Analizadores de movimiento alcanzan pleno funcionamiento para percibir la realidad y conducir el movimiento.
Características motoras: La Fuerza muscular adquiere buen nivel en la infancia para realizar movimientos complejos. El movimiento puede expresarse en forma fina después de entrenar un largo tiempo. En la juventud el cuerpo es más grande y presenta más dificultad para aprender movimientos complejos y nuevos.
Características psicológicas: El individuo comienza a tener deseos de aprender desde que ingresa a la escuela primaria. Comprende la tarea en forma rápida y puede elaborar la imagen del movimiento a ejecutar.
El niño ya es capaz de concentrarse en la tarea motora que realiza aunque no lo puede mantener por mucho tiempo. A medida que crece esta facultad puede prolongarse en su duración.
3. Proceso de aprendizaje de la técnica - Influencia del talento, experiencias motrices, capacidades psicológicas y características antropométricas
La capacidad para aprender en poco tiempo depende de los siguientes factores:
3.1) Talento deportivo: Fundamentalmente lo componen las virtudes heredadas en capacidades coordinativas y condicionales que le permitirá expresar mejor sus destrezas en condiciones de juego.
3.2) Experiencias motrices: Las componen todos los movimientos almacenados ya sea técnico-tácticos o generales.
3.3) Capacidades psicológicas: Entre estas citamos al comportamiento positivo en el juego, adaptación emocional, deseos de participar continuamente en el juego, ansias de sorprender y superar al rival, voluntad por recuperar la pelota, e interés por practicar.
3.4) Características antropométricas: Las más sencillas de identificar son talla, peso, relación peso-talla, composición corporal y armonía corporal.
4. El entrenamiento de la técnica dentro de: sesión – microciclo - mesociclo - macrociclo
En el entrenamiento de fútbol debe darse importancia tanto a la técnica como a la táctica y la condición. Pero altos niveles técnicos y físicos van a posibilitar desarrollar exigentes tácticas de conjunto. Los tres factores son importantes en cada jugador para que el equipo alcance la victoria.
Cada edad tiene su sensibilidad para desarrollar estos aspectos.
Infancia: Coordinación y técnica
Juventud: Condición y técnica
Adultez: Táctica, técnica y condición.
La mejoría en el rendimiento condicional y coordinativo produce como efecto secundario una elevación en la expresión técnica.
Los ejercicios técnicos empleados en la preparación física deben ser bien ejecutados para no fijar errores y para que la acción tenga continuidad y eficacia.
El rendimiento táctico está ligado al nivel técnico y físico.
4.1) La técnica dentro de la sesión
Cuando las técnicas exigen mucha atención o precisión su entrenamiento debe realizarse al principio de la sesión, momento en que se dispone de mayor frescura nerviosa. La suma de repeticiones de movimientos generan fatiga en el SNC. Esto hace que se pierda fineza en el movimiento.
El SNC se cansa más rápido que el corazón, sistema vegetativo y muscular. Solo para estabilizar un alto nivel de la técnica debe entrenarse con fatiga sin descuidar la precisión. Para aprovechar el estado descansado del deportista la sesión debería iniciarse directamente con ejercicios técnicos a velocidades bajas y medias y retardar la aparición de la fatiga. La exigencia debe tener un orden lógico progresando desde lo fácil a lo difícil y desde lo sencillo a lo complejo.
4.2) La técnica dentro del microciclo
La teoría indica que se debe ubicar a los entrenamientos técnicos en días de menor fatiga acumulada. Pero teniendo en cuenta la importancia y la complejidad del juego, el entrenamiento de la técnica debería incluirse en todas las sesiones semanales. Se debe considerar que entrenamientos o competencias intensas y voluminosas producen niveles de cansancio que no se eliminan en un solo día. Por eso deben armonizarse las cargas y ubicar las sesiones técnicas cuando se asegure su efecto hasta que comience a observarse descenso en el nivel de ejecución.
4.3) La técnica dentro del meso y del macrociclo
En el fútbol el entrenamiento de la técnica, dada su importancia en la competencia, debe incluirse en todas las semanas del año excepto en vacaciones.
Son muy eficaces las sesiones exclusivamente técnico-tácticas.
Fuente:
Cátedra "Técnicas de entrenamiento" - Prof. Carlos Borzi
Curso de Entrenador de Fútbol - Instituto Superior de Deportes
Bibliografía
Borzi, C., Futbol Infantil, Editorial Stadium, 1998 – Capítulo X
Harre, Teoria del entrenamiento, Editorial Stadium, 1987 – Capitulo II-V
Grosser, Neumaier, Técnicas de entrenamiento, Editorial Martinez Roca, 1986 – Capitulo I-III
Meinel y Schnabel, Teoria del movimiento, Editorial Stadium, 1988 – Capitulo VI
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